domingo, 29 de abril de 2012

Normalmente, cuando recibimos una mala noticia. Siempre nos pilla de improvisto, al principio creemos que es un sueño que no es verdad, estamos petrificados y poco a poco no vamos dando cuenta de que no es un sueño. Las lagrimas se nos caen poco a poco, cada vez mas gordas y mas rápidas. El corazón se comprime poco a poco, no piensas en nada, aun no puedes creerte lo que acabas de oír. La oscuridad se va acercando poco a poco a ti, y se escucha un crujido. El corazón no ha aguantado mas y se ha roto. Pasa el tiempo, y en lo único que te puedes apoyar en tu música. Y seguir caminado cabizbajo, esperando a que alguien te levante de nuevo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Desahogate: este es tu espacio :D