Allí donde nos solíamos acostar.

Uno de mis sitios favoritos del mundo, es tu cama, si. Esa cama matrimonio de hace años, toda llena de cojines y en una esquina con ropa tuya, esa nunca falla. 

En esa cama me siento tan bien y tan cómoda, tan protegida y me siento tan cerca tuya. Como si los dos tuviéramos un pequeño mundo solo para nosotros. Me siento tan bien ahí contigo que acabo durmiéndome mientras tu me acaricias el pelo mientras estas mirando algo con el móvil o te fumas un cigarro. Luego me despiertas dándome besitos por toda la cara y claro, así si que da gusto que te despierten.

Me encantan esos momentos contigo. Llámame cursi, llámame todo lo que quieras. Pero son cosas que no puedo evitar pensar. Eres un cielo. Eres la persona que me ha visto tal y como soy en realidad. Con esa personalidad rota que aun trata de componerse poco a poco tras su amargo pasado. 

Gracias a ti he aprendido muchas cosas. Me has enseñado tanto.

Te prometo, y no solo por ti, si no por mi. Que voy tratar de poner tiritas y arreglar esos trozos y mal encajados que estan aun en mi y que por culpa de ellos estoy al borde de perderte. 

Es hora de un cambio, de empezar de 0 en mi, poco a poco, pienso conseguirlo.

Te voy a demostrar de que puedo ser mejor de lo que puedo llegar a ser.