Si te contara mi fin de semana no os lo creeríais.

Tras estar casi un mes sin poder quedar con mi mejor amigo logro quedar con él. Después de un buen café con caramelo y ponernos al día me comunica algo que jamas iba a pensar que iba a oír. Resulta que mi ex me había mentido en algunas cosas mientras estábamos saliendo y ocultándome cosas.
Yo. Inexpresiva trato de asimilar la información. No doy crédito a lo que oigo. ¿Él? ¿Mintiéndome? Pero si siempre estaba en contra de la mentira, me amenazaba si le mentía, hemos tenido discusiones de horas y horas por solo mentirle de que había quedado con un amigo mio, nada mas. Pero ese es otro tema que ya hablare.

Cuando estuve sola llore, grite, rabie hasta que me quede dormida en mi cama para la mañana siguiente aun asimilar la noticia. Entonces, escuche un portazo. Era mi pasado. La puerta que quedo entreabierta, la puerta sin llave, la puerta peligrosa. Se ha cerrado y jamas se volverá a abrir. Nunca mas. Y si tiene huevos a volver, tiene huevos a dirigirme una palabra como si nada, no soy consciente de lo que pasara y no me hago responsable de mis actos que pasarían a continuación.

Ahora soy mas fuerte, ahora ya no soy una niña de 12 años a la que es fácil de manejar, manipular, destruir. Ya no mas. Llorare pero eso no me hará ser débil. Sufriré, pero eso me hará mas inmortal.

Acabar conmigo no sera tan fácil.