Fue unos segundos, pero para mi fueron eternos.
Una sensación totalmente desconocida para mi.
Estaba bailando delante del espejo de mi casa por que es una extraña y fascinante forma de desahogarse. También un pequeño secreto. Adoro bailar. No digo que lo haga bien y tampoco quiero dedicarme a ello pero lo que me hace sentir siempre es especial.
La música sonaba por toda la casa, pobres vecinos, pero era mi momento y quería aprovecharlo al máximo. Mientras corría, saltaba y me sincronizaba con la música de fondo pase delante de un espejo y me puse a bailar con más esmero con la curiosidad que saber como me veían los demás cuando bailaba y pensé que sería divertido. Mientras lo hacía, hubo un momento en el que me pare de golpe y me mire sorprendida. ¿Esa era yo? Caray. Lo que he cambiado en 4 años ha sido una barbaridad, mírate. Me dije a mi misma. Entonces note en el pecho y mente algo cambiado, algo nuevo. Y estuve muy muy feliz por ello.
Una pena que fueran unos segundos.
Volvió esa voz y volvi a estar como antes.
Apague la música, deje de bailar y me fui a mi cuarto pensando cuando volvería a tener esa sensación de quererse de verdad.
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