domingo, 3 de agosto de 2014

Vida, Muerte. Muerte. Vida.

Hace poco fue el funeral de mi abuelastra. La verdad es que no me afecto mucho debido a los últimos 5 años padeció de Alzheimer y se olvido de todos nosotros, pero ella era feliz y mi abuelo intentaba serlo. 

Mis últimos recuerdos que tendré siendo niña es ella siempre con una sonrisa. Todos los domingos que iba a casa del abuelo ella me preparaba una pizza congelada y me la cortaba, siempre me preguntaba que tal todo y se acababa riéndose como siempre. Luego, me cogía de la mano y me llevaba hasta su estudio de moda donde ella se hacia sus propios trajes y me los enseñaba orgullosa de ello. Pensar que ya no esta me estremece, pensar que la vi en el hospital inconsciente, pálida, sin su sonrisa fue una impresión bastante grande. Pensar que he visto su ataúd con una foto suya y mi abuelo llorando y llorando y lo que hacia que fuera mas triste es que se avergonzara de llorar delante de su familia por que quería aparentar ser fuerte. Como lo admiro por ello. 

Muchas veces, las cosas pasan por que pasan, no siempre hay un motivo. Algunas veces si y otras no. No todo es blanco ni todo es negro. Por ello hay que aceptarlas y dejarlo pasar ¿dejan huella? si, pero por que son cosas importantes ya esta. No nos tenemos que quedar estancados en el pasado, perdemos el tiempo viviendo cosas que ya se han vivido y su momento ha pasado. El futuro esta construido por ahoras. Nunca sabemos con exactitud lo que puede pasar mañana, en el ultimo momento todo tu mundo o se construye o se puede destruir para que se construya uno nuevo. 

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