Yo misma.

Un día  me mire al espejo, pero; no me miraba como hago todas las mañanas al levantarme. Una mirada diferente. Me vi a una chica de 15 años, con unos simples ojos marrones, un agujero de 8 mm en la oreja, unas cejas un tanto negras, un pelo por los hombros con unas mechas muy curiosas curiosas. Morena y de orejas pequeñas. No sabe cómo no está sorda de la cantidad de tiempo que está escuchando música  Es muy cariñosa con los demás. Pasa la mayoría de tiempo sonriéndole a los demás  tanto, que su sonrisa o risa es contagiosa. Se pone muy muy nerviosa antes de un examen o de una prueba en atletismo. Cuando compite siempre acaba superando poco a poco su marca. Su forma de viajar es mediante un libro, adora leer, se pasaría horas y horas delante de un libro, pasando las páginas continuamente  sintiendo el tacto del papel en sus dedos. Le grita a la pantalla de una televisión si un soldado robot la ha matado, los momentos con los videojuegos son sagrados para ella, es capaz de hacer todo lo posible para hacerle rabiar a su contrincante. Es demasiado optimista, aunque todo este lo más negro que puede estar una cosa, ahí por muy pequeño sea eso, siempre ve un lado bueno. Siempre. Muchas veces ha cometido errores, errores por los cueles le ha hecho pasar malos momentos, que ha llegado a hacer estupideces, que ha llegado a llorar como jamás ha llorado y lo que le queda por pasar. Odia faldas y todo tipo de cursiladas  Es ella misma, ya ha llegado a acostumbrarse de las miradas de desprecio o de superficialidad de las personas. Porque sabe que lo que más importa son sus amigos, su familia y los estudios. Ha vivido ya 15 años, 15 años creciendo, aprendiendo, sonriendo, disfrutando...Su sueño es ser una perfecta psicóloga, a pesar de que las matemáticas no se le dan muy bien. He visto a esa chica, y aunque pasen mas y mas años. Espero que siga siendo la misma, y que nada ni nadie haga cambiarla.