El cuerpo tenso, las manos nerviosas, te muerdes las uñas miras a todos lo sitios, eres incapaz de mirar su cara por que te pones roja. Tu corazón esta apunto de explotar, la cabeza bombea cada vez mas rápido. Sudas, te quedas sin respiración cada vez mas, tienes una sonrisa tonta, y eso no sabes porque. Te ha llamado, te ha dicho que quiere hablar contigo. No sabes que ponerte para quedar bien, te lavas los dientes sin saber por que, pero tu lo haces quieres estar perfecta. Llega el momento, te cuesta andar de los nervios. Allí esta el, con su chaqueta y como no escuchando música. Se ha dado cuenta de que te estas acercando, y aun mas mas estas mas nerviosa, el esta rojo y al igual que tu nervioso, con una sonrisilla que no entiendes por que la tiene. Ha empezado a hablar, no entiendes nada por que esta tartamudeando tu solo estas perdida en sus ojos azules. Pero ha habido una palabra que te ha desconcertado, te ha pinchado la nube que tenias en la cabeza y te ha echo caer a la realidad. Estas confusa si lo has oído bien: "te quiero". Preguntas de nuevo y esta vez lo dice mas alto, y mas seguro y viene la pregunta del millón. Tu no te lo piensas don veces, bajas la mirada roja completamente, con los ojos vidriosos de alegría le dices que tu también. Y sin esperarse la reacción te planta un beso. Un beso simple, que fueron pocos segundos pero una eternidad. Eso si, con sabor a vainilla.