viernes, 18 de febrero de 2011

Un sonido.

Tumbarme en la cama y cerar los ojos o mirar a un sitio que no tiene sentido. En ocasiones me gusta tener momentos de soledad, donde pensar cosas. Cuanquier tipo de cosas, cosas del futuro, ilusiones enamoradizas, cosas del pasado, cosas recientes. Reflexiono y pierdo el tiempo en eso. Me acuerdo cuando por primera vez escuche ese maravilloso sonido: Estaba nevando, hacia un frio terrible. Yo iba en el telesila sola, contenplando cada centimetro de aquel maravilloso paisaje, un paisaje blanco y simple, pero precioso. Apesar de que habia una maquina en la parde de arriba y la gente esquiando por ay, habia un silencio precioso, un silencio de tranquilidad. Donde el viento habla y escucha a la misma vez. Me sentia agusto, no se como pero me sentia muy bien. Ahora daria lo que fuera por volver a escuchar ese maravilloso sonido. Pero me comformo con lo que tengo ahora, volvi a apreciar otro bonito y distinto paisaje al que tenia el mismo sonido: La luna grande y amarilla se manifestaba en el cielo de nubes, el viento soplaba con fuerza pero era calido. Apesar de los coches de la gente... El silencio seguia hay. Reflexionar y replantearme las cosas es gracias a esos momentos de soledad, hoy eh aprendido una cosa que nunca me habia dado cuenta. Aveces la soledad puede ser necesaria para el paso de tu vida.
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